viernes, 19 de octubre de 2012

Lágrimas.

Hoy no ha sido un día fácil, para nada, casi que todo lo contrario, las sensaciones han llegado todas juntas, dando paso a un auténtico revuelo de emociones sin concretar.
La balanza no ha parado quieta en ningún momento, y cuando estabas, mirándome con esos ojos verdes, se equilibraba, dado paso a un mar de una aún más oscura confusión.
Ni siquiera sé si verdaderamente esto es lo correcto, si es lo que se debería hacer en una situación como esta, pero había que tomar una decisión, al menos todo ha terminado en condiciones.
Ahora bien, desde hace un tiempo he sido una persona fría en cuanto de mostrar sentimientos se trataba, si estoy triste, no lloro, solo sé reír, y después de muchos meses, incluso de más de un año, he recaído al lloro, a nuestra amiga melancolía, no sé ni el cómo, ni el cuándo ni el por qué lo he hecho, ¿a qué punto he llegado? ¿Hasta el punto de decir basta, se acabó?
A pesar de que vosotros, personas que dais color a mi vida, hayáis visto hoy la parte más sensible de mi ser, os debo decir que no os acostumbreis, pues, ya tengo que estar yo muy machacada moralmente para que un discurso de ese tipo me emocione.
Sin más dilación ni más preámbulos, me despido, tendréis noticias mías.
           "Es como un río, le tiras agua y de nuevo vuelve
             al mar."

martes, 16 de octubre de 2012

¡BAH! La balanza se inclina cada vez más.

Y hasta este punto llegamos, después de cruzar un gran lago terminamos alcanzando tierra, a ti te dió igual el fango que yo te echaba encima, tú seguias ahí, día tras día, y sigues, estás aquí, a mi lado, aportandome todo cuán necesito, sin quejarte, al contrario de mi, que no paro de hacerlo ni un día.
Creo que es normal pasar de un pensamiento a otro, total, de tomar desiciones se basa la vida, ¿no? Están las desiciones simples, me refiero a las de rojo o verde, después están las desiciones en las que tiras una moneda al aire, ¿cara o cruz? Siempre termina saliendo la que desees. Luego están las desiciones complicadas, como diría mi profesor de matematicas, "la muerte", esas son las que verdaderamente rigen la vida, marca un camino con muchos desvíos el cual te toca seguir, y entonces, cuando caminas por el sendero, solo o agarrado a la mano de alguien suena un "clic" y todo cambia, todo, absolutamente todo deja de ser tal y como recuerdas, ya nada ves igual, y te das cuentas de que estás creciendo, y que gracias a las caídas te has convertido en quien hoy eres.

                                    "Vivo por lo que soy, soy lo que
                                      he vivido."

martes, 9 de octubre de 2012

"Pero aveces me sentí ahogada en este mar, perdiendo la razón..."

Siento que cuanto más tiempo pasa más me engaño, más nos engañamos, aunque tú no sepas nada.
El tiempo crea vínculos, al igual que los destruye, ¿no lo sientes? ¿No sientes ese lazo invisible que nos mantiene atados? No puedo más, lo siento, todo esto no está hecho a mi medida. Cada día que pasa noto mas seriedad en el asunto, me viene grande. No puedo cargar con todo esto que estamos forjando.
Me agobio, siento que las primeras gotas de cera ya han caído, necesito apagar la vela, no quiero que vaya a más. ¿O tal vez si?
"¿Qué hago?" me pregunto continuamente.
"Estoy perdida" me autorespondo.
Quizá no importe nada, solo esto que con el paso de los meses hemos creado, quizá no vale la pena dejarlo atrás pero, ¿y las emociones? ¿Dónde están aquellas sensaciones por las que yo me dejaba llevar? ¿Donde quedó aquella manera que tenía yo de dejar atrás el "cómo" el "cuándo" y el "por qué"? ¿Cuando me empezó a preocupar el "y si"? Tantas preguntas con una respuesta común, pero no quiero asimilar.
Necesito dejar atrás todo esto, no perder mi esencia, pero no quiero abandonar todo cuanto ha costado crear. ¿Por qué pienso en todo esto a mis escasos años de vida?
Quiero historias, vivir. Llámame rara, o paranoica como acostumbras a hacerlo.
                                 

                               "No estás hecho para mi"

lunes, 8 de octubre de 2012

Otro día más, después de varios.

Se llama sentirte perdida, no saber que rumbo tomar ni que lado de la balanza elegir.
Mirar a tu alrededor y saber que tienes todo cuanto deseas, pero sentirte vacía. No saber ni el cómo, ni el por qué, ni siquiera la razón de tu caos interior.
No saber si dejarte llevar por emociones o seguir atada a estos sentimientos que te poseen.
Pensar en mil cosas distintas, mil caminos, llegando después a un cruce importante, un cruce que determina tantas cosas.
Mirarte detenidamente al espejo, sin saber como terminarán las cosas, mojarte las manos y con ellas, bien frías, masajear delicadamente tu cuello, notar el estrés, sentarte en la cama, derrumbarse, ponerse música, perderse en ella.
Cerrar los ojos y ni siquiera reconocerte a ti misma, no saber si seguir anotando historias o seguir sentada en la escalera.
                 
                      "Mejor apagar la llama cuando la vela             
                        aún no está consumida."