Cae la noche y yo busco a tientas por la habitación el minibar en el que sirven tinta.
Tinta para poder hablar de este corazón que no para de sangrar. Dame una pluma para ponerle puntos de sutura a este órgano atrofiado por el daño. Hazme caso.
El viento ruge en la ventana y de pronto, como si un rayo hubiese caído, todo se sumerge en el silencio.
En un silencio pesado, intenso que me reprocha mil y una vez todo lo que he hecho.
Ahora llega lo peor, como gato que camina por los tejados, maullando a la luna, llama una queja a la ventana, es tu voz, tu voz austera, rasgada, rota.
Es tu voz la que me acaricia con cientos de dagas de plata.
Tu voz la que va dejando marcas.
Has vuelto, como vuelve el olor a primavera, como se abren las cartas que ya se han leído.
Has regresado como lo hace la lluvia en un día de otoño, como vuelve Abril y sus verdades.
Has venido sin las manos cargadas de segundas oportunidades, apuntándome a punta de pistola con una de tus sonrisas.
Cuando llego a la situación en la que no puedo darle cuerda a mi reloj para dejarte atrapado en el tiempo y salir corriendo, cuando llego a ese preciso momento: me pierdo.
Me pierdo arañando a la soledad en estas cuatro paredes como si me hubieran enterrado viva.
Pero debo ser fuerte y decirte que encontrado con quién compartir mi vida. Que es la mujer más bella del universo y que tiene unos ojos tan tristes como preciosos. Tiene los labios carnosos, con besos de algodón de azúcar. Es astuta y a veces algo insistente. Provoca en mí lo que no consigue el resto de la gente. Cuando me siento sola, acudo a la cicatriz perfecta que forma su boca y ahí consigo la salvación tomando otra copa de su droga. Es mi vicio, mi condena, la chica más guapa del baile, la que no lleva máscara, la que no disfraza.
Quizá si te digo que se llama Melancolía, tal vez me comprenderías.
No sé hasta que punto mi mente es capaz de perderse cuando la tinta toca el papel. Nunca he tenido las cosas demasiado claras y siempre he sabido que camino tomar. Paradojas. Vida plagada de sin sentidos y un fuerte desvarío mental. Si lees entre mis líneas comprenderás que la forma más fácil de llegarme al corazón es atravesarme el pecho con una daga de plata. Att: Un alma plagada de sueños. "Nulla dies sine linea."
martes, 24 de marzo de 2015
Minibar.
Tengo una pistola cargada de balas, que son recuerdos superados con los que pienso matar a cada uno de mis demonios.
Tengo una caja llena de cartas que cortan más que el filo de cualquier cuchillo, que hieren hasta el alma.
Tengo un millar de plumas que pretenden atravesarte el pecho y escribirte a fuego la palabra "adiós."
He conseguido abrirle la ventana al miedo.
He conseguido aprender a mirarte sabiendo lo que va a pasar, sin dejarme llevar por la perdición que se esconde en el brillo de tus ojos, reflejo de luna.
He escuchado todo lo que tienes que decirme y tus argumentos me suenan a la cara B de una cinta cansada de sonar. En la cara A hay una canción que lleva mi nombre.
Es hora de dejarte ir. Hora de decir se acabó, de no pensar en el reloj parado que aguarda al fondo del baúl de los recuerdos.
Basta de pérdidas, comencemos encontrando caminos.
Basta de lágrimas, comencemos dibujando sonrisas de color primavera.
Hoy me cansé.
Me cansé de esperar en tus salientes a que aprendieras a quererme.
Me cansé de llevar la máscara ocultando todos mis sentimientos.
Me cansé de morirme por cada uno de tus versos malditos. De tener la cuerda atada al cuello cuando quiero ser pájaro libre por el cielo, quiero ser la brisa suave de una mañana de verano. Quiero ser todo lo que era antes de ti.
Hoy es el día de empezar de nuevo, de dar inicio al comienzo.
Hoy es el día donde todos y cada uno de los "me y te echo de menos" quedan atrás. Sin ti. Conmigo caminando en dirección contraria a tus besos.
(Des)gracias por este camino.
Yo cambiaré de afluente en el río de la vida. No tengo prisa.
@Roxcookies
miércoles, 18 de marzo de 2015
Arte.
domingo, 15 de marzo de 2015
Soy y eso no puedes cambiarlo.
Y te dije que me sentía como mariposa que no necesitaba agitar las alas para emprender el vuelo.
Que me bastaban un par de mentiras a la cara para salir corriendo del impacto.
También creo que te dije que no necesitaba más enemigos después de que, por tu culpa, yo me convirtiera en la antagonista de mi propia historia.
Soy como el antihéroe que camina de capa caída.
Soy como una pincelada en un lienzo blanco.
Soy como el nudo al final del hilo.
Soy como el dibujo tras el vapor.
Soy sólo eso, un alma escondida, un corazón acorazado, una cápsula del tiempo.
Soy todos y cada uno de tus te quieros.
Soy yo, tu infierno.
martes, 10 de marzo de 2015
Tik tak.
Vuelve a sonar.
Tik tak.
Está convencido de no cesar.
Tik tak.
Es un sonido sordo, un silencio estruendoso.
Camino por la arena de la playa en la que se produjo nuestra primera despedida, y digo primera porque desde aquel día no paro de decirle adiós a tu recuerdo. Pero no te vas, no me arrancas el corazón del pecho y yo me aferro, pensando que quizá, en algún momento, decidas cambiar las puñaladas en la espalda por besos en el alma.
Aún espero a que vuelvas, aún mantengo la promesa, esa que te hice aquella tarde de verano cuando te dije que pese al tiempo, y la distancia, yo no me iría del todo y las manecillas de nuestro reloj seguirían girando, dibujando entre los minutos, las horas y los segundos nuestra historia, lo mucho o poco que nos quisimos y lo mucho que queda por andar.
Porque al fin y al cabo, pese al tiempo y la distancia yo no te dejo atrás.
@RoxCookies
martes, 3 de marzo de 2015
Dime.
Dime.
Dime que este es nuestro día, que regresamos a ser aquellas estrellas fugitivas en una noche de julio.
Vuelve, dime que todo el tiempo que ha pasado ha sido suficiente para disipar tus dudas porque las mías se siguen acrecentando con cada latido.
Regresemos a aquel autobús mientras nos matan los kilómetros que se acercan y resucitamos aferrados a un "volveremos a vernos." Vuelve.
Acércate y dime que recuerdas como te apretaba la mano con temor a que desaparecieras, a que te desvanecieras como un sueño.
Ven y dime que tu mayor miedo sigue siendo no saborearme lo suficiente y que quieres volver a lamerme las claviculas, que quieres volver a chistar la lengua después de pronunciar un ojalá.
Ven, por favor y dime que me quieres. Esta vez prometo no salir corriendo.
He aprendido que las huidas dejan mal sabor de boca.
@RoxCookies