Se llama sentirte perdida, no saber que rumbo tomar ni que lado de la balanza elegir.
Mirar a tu alrededor y saber que tienes todo cuanto deseas, pero sentirte vacía. No saber ni el cómo, ni el por qué, ni siquiera la razón de tu caos interior.
No saber si dejarte llevar por emociones o seguir atada a estos sentimientos que te poseen.
Pensar en mil cosas distintas, mil caminos, llegando después a un cruce importante, un cruce que determina tantas cosas.
Mirarte detenidamente al espejo, sin saber como terminarán las cosas, mojarte las manos y con ellas, bien frías, masajear delicadamente tu cuello, notar el estrés, sentarte en la cama, derrumbarse, ponerse música, perderse en ella.
Cerrar los ojos y ni siquiera reconocerte a ti misma, no saber si seguir anotando historias o seguir sentada en la escalera.
"Mejor apagar la llama cuando la vela
aún no está consumida."
No sé hasta que punto mi mente es capaz de perderse cuando la tinta toca el papel. Nunca he tenido las cosas demasiado claras y siempre he sabido que camino tomar. Paradojas. Vida plagada de sin sentidos y un fuerte desvarío mental. Si lees entre mis líneas comprenderás que la forma más fácil de llegarme al corazón es atravesarme el pecho con una daga de plata. Att: Un alma plagada de sueños. "Nulla dies sine linea."
lunes, 8 de octubre de 2012
Otro día más, después de varios.
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