martes, 31 de diciembre de 2013

Uno más; para seguir siendo yo.

Querido 2013, bienvenido a tu carta de suicidio.
Te mueres, te irás y nunca regresarás, lo sé y es mi deber dejarte marchar.
Nos dejas un martes, otro estúpido martes que se lleva demasiadas palabras sin cumplir. Un año en el que muchos han hablado demasiado y no han hecho lo suficiente.
Cuanto te hablé el año pasado, te dije que esperaba lo mejor de ti, como siempre me volví a mentir. No hay quién se crea eso que dicen de que algún día mi vida tendrá un año de película, plagado de viajes y citas recitadas a la luz de la luna debajo de un balcón en París. No rompiste mis esquemas como te rogué, es más tuve que hacerlo yo con un martillo construido con el tiempo perdido. 
¿Quién es la loca que le habla a los años? Ah sí, yo.
Sin duda, has sido el año más raro que he vivido, o al menos eso recuerdo. 
Me he perdido y encontrado tantas veces que no alcanzo a llevar la cuenta. No niego que la mayor parte de mis objetivos se hayan cumplido, incluso han ocurrido cosas que nunca imaginé, vaya, parece ser que tengo que contradecirme y decirte que sí me has sorprendido.
Sería falso afirmar que has sido un año malo, al fin y al cabo también he pasado buenos momentos. (No hay cielo sin infierno) 
Al fin cumplí el sueño de abrazarla, de estrecharla entre mis brazos y aclarar que por mí ese es el paraíso. Me recorrí 500 kilómetros para verla, medio país para comprobar si era real, si existía en realidad. Cuando le vi no pude evitar derrumbarme y empaparme con lágrimas con sabor a "esto es lo que llevo esperando 6 años y por lo que tanto he luchado", nada fue en vano. No olvidaré el sonido tan cercano de su voz, la dulzura de sus palabras, la sinceridad de su mirada, o la calidez de su risa. ¿Cómo una simple visión puede significar tanto? No voy a olvidar nada, desde el mísero detalle a el más grande momento de aquel día.
Estos 12 meses se han ido tan pronto como han llegado, y han dejado un rastro de oportunidades perdidas y sensaciones vividas. Sigue sin existir el lamento y el arrepentimiento en mis días.
He vuelto a aprender demasiadas cosas, demasiadas lecciones, he mejorado, me he superado y me he conocido mejor.
A veces desconozco la razón de por qué hago este escrito todos y cada uno de los años desde que tengo razón de ser, pero en seguida me doy cuenta que me es necesario. Me gusta pararme a oscuras en mi habitación (mi querido Ushak provisional hasta que encuentre mi verdadero lugar en el mundo), y deslizar entre el folio albino los recuerdos de estos días en tono azabache. Observar los cambios, destacar lo importante, y prestarle atención a aquello que no vale la pena. Me gusta intentar recordar todo lo relevante de los 12 meses. Y sentirme yo, más yo que nunca.
Es extraño eso de sentir que desconoces todo tu alrededor, incluso a veces desconocerte a ti misma. 
Mares de dudas han bañado el calendario.
Olores y sabores que ya se notan tan nostálgico. Hay quién me tomó por loca aquel día que dije en alto que los momentos importantes, los cuales perduran por siempre en tu memoria, tienen un olor y sabor determinado. Quizá es algo abstracto y difícil de explicar. Pero he sentido, a lo largo de los años, que olores de añoranza me han ido acompañando. (También es el año de las rimas sin sentido) 
Estas fechas son detestables, el olor a falsedad del ambiente, el sabor a mentiras y escusas de mercadillo.
Lo bueno es el café de las 00:15 que embriaga con su olor toda la habitación y con su sabor cada parte de mi ser. El fresco sabor del licor de manzana de madrugada.
Los libros han vuelto a cobrar un papel fundamental en mi vida, como cada día de cada mes de cada año, Vivir para leer, leer para vivir. 
He vuelto a sustituir las horas en la calle por perderme entre páginas que me aporten confianza, he vuelto a releer una y otra vez las frases que tanto me han marcado:
"Dentro de ti hay mucho más de lo que tú conoces."
"No existen fronteras para aquellos que se atreven a mirar más allá."

¡Y otras tantas que podría escribir un libro con ellas!
Puedo darte una despedida cordial o mandarte a tomar por culo, quizá en el último momento, o en la última uva, decida qué hacer.
Ahora hablo de ti, 2014, no sé cómo saludarte, si con la falsedad de los dos besos, la firmeza de la mano o con la esperanza de un abrazo. No voy a ilusionarme contigo, no diré cosas qué haré pues no sé si las cumpliré. Las escribiré y dejaré claro cuales son mis propósitos a cumplir durante tu estancia. 
No debe ser tan difícil, ¿no?
Creo que no pido tanto, solo un par de momentos inolvidables.
No suplico que seas un año de anuncio de colonia, ni siquiera encontrar el amor. 
No busco un año, como el de la mayoría, bañado en alcohol y llegadas al amanecer a casa.
No pido vivir a lo loco y saltarme todas las normas.
No quiero ser la chica mala de turno, ni tampoco un ángel estúpido.
Solo pido el tiempo necesario para seguir siendo yo, tiempo para mí, para mis hobbies y mis manías, para mis risas y mis penas, para mis martes y mis domingos. Para mis días sin hacer y mis noches de escribir. 
Quiero cumplir sueños, pero siempre luchando por ellos. Como el año que dejé atrás donde tantas metas alcancé.
No quiero vivir en una nube, quiero caerme de vez en cuando. No lo quiero todo en bandejita de plata, quiero conseguir las cosas con el sudor de mi frente. 
Tengo la certeza de que voy a seguir siendo yo, con mis qué y mis porqués, sin importarme el qué dirán.
Con mi timidez, mi vergüenza y mi momentánea espontaneidad. 
Pido un poco de calma, y una pizca de tempestad. 
Reclamo mi billete de viaje en la montaña rusa anual, con vistas a una gran ciudad de ensueño.
Es el momento de leer la reflexión de 2012 y me parece tan irreal todo, no me creo que la situación sea tan distinta a la actual. Han cambiado muchísimo las cosas, pero de todas formas, hay cosas que sigue siendo igual.
Un años más, un año que se va, un año que se ve tan lejano y que ya no está.
365 días que hay que echar a la bolsa de los recuerdos. 
365 días con tantos toques de balón.
365 días con tantos libros como guión.
365 días con demasiadas canciones como BSO.
365 días con tantos textos trazados en una conocida libreta.
2013, otro año a recordar, otro año que en mi memoria perdurará (hasta que la edad me lo permita)
Te digo un adiós con sabor a "hasta siempre."



jueves, 26 de diciembre de 2013

Para todo aquel que sea capaz de leer entre líneas.

Vívimos engañados desde hace tanto tiempo, tiempo, somos títeres del Tiempo.
La palabra Tiempo resonó una y otra vez en su cabeza, preguntándose que había hecho.
¿Era todo eso necesario? No podía, no debía y no sabía lo que decía o pensaba.
Volvío a coger su móvil con la escusa de ojear twitter, cayendo en la tentación de ver su última conexión.
No había vuelto, seguía sin conectarse y le ardía el pecho con cada minuto que pasaba. ¿Le habría bloqueado? ¿Se habría dado por vencido en su intento de recuperarla?
Los parpados le pesaban mas no quería dormir, estaba harta de dormir para soñar y de soñar despierta, de vivir soñando. Tenía que despertar, de hacerse idea de lo que era la realidad.
Se repetía una y otra vez: "No puedo quererte, déjame vivir en este sueño, me falta el sueño." Citaba una y otra vez los versos de una distante pero conocida canción, aquella que escuchó una vez cuando pasaba los días cobijada en la pena y la soledad.
¿Llorar? Era algo tan distante de ella, algo que estaba tan lejos.
Lejos, como el olor de su colonia, el olor que solo había dejado dolor en esa historia.
Dolor, que quemaba y abrasaba cada parte de su alma.
Alma, que se fue con calma detrás de él.
 Él, ¿dónde estaba él?
A veces creía que ese mundo no estaba hecho para ella, ¿o era ella la que no pertenecía a aquel lugar?
Su corazón latía en silencio. Silencio, silencio que inundaba cada hueco de la habitación.
Huecos, se imaginó las muchas veces que sus dedos habían rozado sus huecos. Comenzaba a volverse loca.
Se levantó de golpe, sin reparo, corriendo hacia el lavabo, sitió que el agua fría se llevó todos sus males.
¿Cómo habían llegado a eso? ¿Cómo habían pasado de serlo todo a no ser nada? ¿Cómo se apagó esa llama y quién barrió las cenizas para que de allí no resurgiera nada? ¿Quién era el culpable de aquel vacío?
Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío. Vacío.
¡ESO ERA VIDA SIN VIVIR!
Era el miedo, el miedo que le aprisionaba, miedo a herir, a ser herida. Miedo a aquello y a esto otro.
¿Por qué no me deja vivir este maldito miedo? Se preguntaba. Las hojas caían, la nieve helada, el sol brillaba y las flores nacían pero el miedo no se iba.
Las manecillas del reloj seguían girando sin punto de retorno. 
Tú, yo, tú, yo, tú, yo...¿Dónde quedó el nosotros? ¿Se evaporó como mis ganas de seguir sin ti? 
Contempló su reflejo y sus labios agrietados de tanto morderlos para no gritar. Casi podía verse, el fondo de sus pupilas, las llamas del fuego que la estaban quemando en ese mismo momento.
Era el tiempo. El tiempo el que tenía la culpa.
Mentira, mentira, MENTIRA gritó. Era de ella, la culpa era de aquella estúpida chica, aquella que creyó que no le necesitaría. Aquella que creyó que no le haría falta. Aquella que creyó que la debilidad no estaba hecha para ella, que no llamaría a su puerta. 
Era el sentir, el sentir lo que no estaba hecho para ella. El corazón amurallado y el calor en los puños de tanto apretarlos. 
Bum. bum, bum. Eran los latidos de su corazón que rompían el silencio de la habitación
Nunca más sería otra vez, ella ya lo sabía.
Nunca más le abrazaría, ella bien lo sabía.
Nunca más sus labios sucumbirían a su piel, eso ya lo sentía.
Nunca más le buscaría, con pena lo decía. 
Tenía que ser fuerte, resignarse a ese amor. Como un anochecer cayó la verdad sobre sus labios, que pronunciaron el último verso.
Con papel y pluma escribió sus sentimientos, en un negro azabache, el último te quiero se encargó, el fuego que la mataba, de quemar. 
Y por obra de la vida, una lágrima brotó que tanto tiempo llevaba sin brotar, mas el viento con delicadeza se la llevó a apagar aquella llama otra vez. Y con olor a quemado y sabor a sal, ella pudo pronunciar una vez más. "Quizá no es la última vez." 


                   

"Un reloj sin tiempo."
"Mi boca sin aliento." 
"Mi llanto que ahogó el silencio."



sábado, 30 de noviembre de 2013

"Al amor mal correspondido; ausencia y olvido."

No puedo callarlo, ni un segundo más porque siento que voy a explotar y quizá diría más de lo que debo…¡pero es que no puedo! ¡No aguanto!
No soy capaz de respetarte después de lo que has hecho. No te mereces nada de lo que la vida te ha regalado. No te soporto, la simple idea de respirar el mismo aire que tú me produce nauseas, me dan arcadas al recordar tu rostro y saber que por ti di tanto y sólo he recibido cuchilladas con lanzas de cristal que han desagarrado cada parte de mi corazón. Te odio, no puedo negarlo, odio hasta oírte nombrar, y no es mi culpa. Es porque me importas, tanto que no me creo aún que hayas sido tú y no otra la culpable.
Tú, que llegaste con tu piel marmolea y tu sonrisa de cine. Llegaste y me arrebataste todo cuanto tenía.

¿Era tu plan desde el principio? ¿Hacerte un camino hacia mi corazón y hacerlo estallar con tu dinamita? 

Eres despreciable, es el más mínimo cruce de miradas lo que despierta un mar de llamas en mi interior.
Y que me haces recordar que vivir en el pasado es no vivir el presente, y yo que no puedo evitarlo. ¡Qué por tu culpa he sucumbido a ahogar mis penas en vozca de caramelo, para sentir el sabor dulce de los labios que tú me arrebataste!
¿Me has visto? ¿Te has fijado en como tiemblo de rabia cuando te veo pasar agarrada a su brazo? 
Hoy carezco de léxico para decir lo que siento, carezco de toda vergüenza y dejo atrás todo el orgullo que tantas palabras me hizo tragar. Sois despreciables, los dos, y él aún más por ser un cobarde. 

Porque tiene miedo de amar, tiene miedo de ahogarse en un pozo de sentimientos y nunca encontrar el fondo. Tiene miedo de tenerme en su vida porque sabe que soy su pesadilla, su mayor temor.

Y tú no te das cuenta que te usa, te usa para rellenar el vacío que yo dejé entre sus sábanas. Pero recuerda:
Cuando te besa, me piensa.
Cuanto le dimes al oído, recuerda mi lengua por debajo de su ombligo.
Cuando te aprisiona a la cama, recuerda mi labios recorriendo su cuello.
Que cuando hacéis el amor, te mi pone mi cara, recuerda mis pechos, mis movimientos y es inevitable. 

No podrá olvidarme, y es lo que detesta, lo que teme y lo que le acosa días y noches. Es mi fantasma, mi recuerdo el que le atormenta los sueños de madrugada. Es el saber que mi perdida es irreemplazable, y que un clavo no puede sacar otro tan bien clavado como el mío. 
¿Crees que, acaso, la guarra de turno podrá arrancarme de sus pensamientos? Tú solo eres una perra más en la jauría. Tan simple, tan sencilla, tan fácil de manejar a los antojos de la sociedad. Títere.

Acepta tu envida, la que te provoco cuando pasáis por mi lado y él lo deja todo por mirarme, que se pierde y se arrepiente de la noche en la que me dejó, que extraña el calor de unos brazos por los que no haya pasado todo el barrio, ¡zorra, tú y tu estilo de vida me provoca el querer romperte el tabique nasal! Pero no soy así, y me contengo, contengo todo el asco que te tengo, porque sé que valgo más que tú y más que él, ¡panda de inútiles!


Y que quede claro que su mirada ya no me afecta, y que hoy arranqué la flecha que hace tanto tiempo atrás cupido me disparó.





Pd; Le quiero.
Todo esto no es suficiente para hacerte saber que por muy distintos que sean nuestros polos, nunca se atraerán.
La excepción que rompió la regla. 

viernes, 18 de octubre de 2013

"Corazón, boli y papel."

Quizá no es el mejor momento para realizar trazos azabaches en este folio mojado.
Quizá no es el mejor momento para dejarme llevar por las revueltas de mi mente, para perderme y volverme a encontrar.
Quizá no lo es por carencia de inspiración o motivación, por la extrañeza de ese algo que me hace sentir eufórica cada despertar de un nuevo día.
Hay veces que escribo por escribir, por el placer de sentir como mis palabras se deslizan por la superficie del papel, mientras el eco de las sílabas resuena en mi mente.
Pero hay veces que lo hago por pura necesidad, por la extrema querencia de usar el bolígrafo como canalizador de emociones. Por envainar mi espada y realizar trazadas invisibles que derrumben a todos mis enemigos, que alejen a todos los monstruos reyes de mis mil y una pesadillas.
Es ese fuerte latido que anuncia la corriente eléctrica que está por llegar, ese cosquilleo que recorre mi ser de pies a cabeza y que hace que mis sentidos se disparen, ¡qué enloquezcan!
Es ese estremecimiento, acompañado de la música celestial que se incrementa con tu presencia.
Es ese parpadeo acelerado que me hace fundirme con todas y cada una de las letras escritas.
Es esa facilidad de expresar, sin necesidad de pensar, porque surge de dentro, viene de dentro.
Es eso lo que me da la vida, y a veces me la quita, porque me hace recorrer mundos tan ajenos que no me siento, que me pierdo y carezco de identidad propia.  Porque es magia, una extraña brujería ancestral la que se apodera de mi ser.
Yo. Corazón, boli y papel, sin importar lugar, sin importar nada más.
Y es en mi intimidad cuando más te aclamo. Es en ese momento cuando desnudo mi alma para quedarme en la suma transparencia, sin secretos, sin objeciones, con un puño lleno de quejas y otro con ganas de amarte.
De perderme en tu besos, bocanadas de aire fresco.
De entrelazarme en tus dedos, que tejen mis ganas de seguir.
De acariciar tus huecos, que tantas veces han sido testigos de mis lloros y mis risas, de mis lágrimas y mi días.  
Es la sensación de que sin ti, mi mundo se viene abajo y reina el caos, que mi vida entra en crisis con tu ausencia. Que me convierto en una bomba de relojería si tú me faltas, contando los días, los minutos y las horas que te he echado de menos.
Porque son mis ganas de sentirte las que pueden más que cualquier otra cosa.
Porque es tan grande el lazo que nos une que nadie ni nada sería capaz de destrozar nuestro campo de fuerza. ¿Te has dado cuenta de todo lo que hemos creado? ¿Del vínculo que se ha construido?  Que nadie es capaz de franquear la línea que separa nuestra fundición con el mundo exterior; porque somos tú y yo.
Tú y yo.  
Esos, los que han atravesados todas las cuevas a tientas, el uno por siempre sujeto a la mano del otro.
Esos, que son capaces de desafiar a los mismos dioses si eso significara una estancia perpetua, el uno al lado del otro.
Porque nos amamos, me amas y te amo.
¡Qué si tú te vas mi vida carece de sentido!
Es tu sola presencia la que hace que mi pulso se altere, porque me hiciste comprender que no necesito nada más, ¡que te has convertido en una de mis necesidades primarias!

¿Entiendes hasta qué punto me vuelvo loca si me faltas?
¿Lo entiendes ahora? 
¿Entiendes hasta qué punto soy tuya?

Porque no encuentro más léxico para explicar esto que siento.
Porque nunca me has abandonado y yo no soy capaz de abandonarte.
A ti, que eres mi refugio, ese fuego que me protege del gélido invierno.
Y aunque este texto hable de  los dos, pierde todo el significado si faltas tú.
, que cada Luna llena me esperas para comentar su belleza.
, que tantas noches llegas, me besas y me haces presa de tus labios. Y yo, que me rindo a ti.
Que un día el mero hecho al temor a perderte se convirtió en el rey de mis pesadillas. ¡Ámame por siempre!
Y es al despertar, cuando todo mal se aleja de mi mente, pues redescubro, en cada salida del Sol, que tú no te irás y que pase lo que pase, esté en dónde esté, tú estarás conmigo.
Ni el olvido podrá borrar todo lo que hemos creado, el vínculo construido y todos los pasos andados. Tus huellas, mis huellas, un mismo camino, un solo destino.
Confesarte al oído que en cada madrugada agradezco tú llegada.
No hay más versos esta noche.
No hay más quejas sin sentido.

Sólo queda un boli y un papel al compás de mis latidos. 

"En cada verso te relato una historia que para mí es mi vida." 
Gracias a ti por darme la vida en las noches de sosiego
Gracias por estar ahí incluso ante el hastío, conmigo...

                                                                                                                          



















Que me da igual que suene tópico el decir que tú eres mi definición de perfección. 

martes, 17 de septiembre de 2013

"Rumores los que se comentan por allí..."

Habladurías, cotilleos, rumores, chismes, murmuraciones,  injurias, insultos, todo expresado de diferente forma pero con un significado común.

Sabes como apañártelas, sabes que tu fuerte es pasar de la gente, lo que debes y no hacer, sabes que sus comentarios no deben afectarte porque tú vales más que todos ellos. Porque todo es mentira, aquellos quienes intentan hundirte están hechos de pura falsedad, y eres consciente de ello.

¿Destruirte? ¿A ti? Están locos si creen que pueden conseguirlo, que lo intenten, que lo intenten, ya se darán de frente con la coraza de tu alrededor.

Creen que eres frágil, no te conocen. La fuerza se ha incrementado con el paso de los años.

Blanden su espada, intentan darte una última estocada, terminar contigo, ¡no, no van a conseguirlo! Con la agilidad de un felino esquivas su golpe final, dejas que la oportunidad de hundirte se escape por sus dedos.

Os vais a quedar todos con la miel en los labios, pues aprendí a no dar ni un paso en falso.

Comprendiste que no debes dar sin recibir, que tu tiempo es oro y no debes malgastarlo con seres como ellos. Aprendí que la persona más importante soy yo, y que siempre debo actuar a mi conveniencia, pensando en mí, en lo mejor para mí.

Escasos son los que tienen un hueco en mi corazón.
Sus comentarios no te afectan, no te duelen, no te queman, pero te cansan, te cansa oír siempre lo mismo, te cansa no poder pararlo.

Te ríes de sus insultos sin fundamento, de sus hechos sin argumentos.

La rabia les come, y lo sientes, sientes que arden de odio al saber que no están a tu altura. 

No estáis en mis zapatos, no seguís mi camino, no seréis nunca como yo.

La gente siempre habla, siempre va a sacar algo con lo que criticarte, algo con lo que intentar hundir tu flota.

Que aburrida sería la vida si le gustarás a todo el mundo, ¿no?

Vuestra originalidad me abruma, sois como fotocopias los uno de los otros.

Hace tiempo que establecí la obligación de ser yo misma sin importar el “qué dirán.”

Se llama personalidad señores, ¿no os la han presentado aún?

No terminaréis jamás conmigo, ¿no habéis oído eso de que”mala hierba nunca muere”?  
Soy como un fénix y resurgiré de mis cenizas.

Pese a todas las caídas y todos los obstáculos que vengan por delante, tengo la capacidad de ir pendiente y saber esquivarlos a tiempo, o levantarme ilesa de todos y cada uno de ellos, con más fuerzas en las piernas, para seguir andando, para seguir corriendo cuando sea necesario.

Hablad, comentad, gritad si queréis, ¡pero yo soy feliz!

No me hacéis falta, no me indignáis y no me molestáis con vuestras palabrerías baratas, ¡dais asco! Sois expertos en hacer el ridículo, un ridículo que produce pena.

Me sorprende hasta donde llegáis, lo que inventáis, la historia que montáis, ¿hasta tal punto llega vuestra estúpida forma de divertirse? Pero es de esperar, los estúpidos solo sabéis hacer daño y estupideces, pero yo no soy otro de vuestros juguetes.

Yo no soy así, no lograréis vencerme.

No permitiré que sentías la satisfacción de verme débil, porque no tengo razones, porque sé sonreír pese a toda carga que me echen a mi espalda.

Y me colgaré mi mochila, cargada de oportunidades y ganas de vivir, y sin que vosotros me lo podáis impedir 
alzaré la mirada al cielo, contemplaré el firmamento y comenzaré a andar.

Porque soy yo, soy Rox, ¿alguna objeción? 



Y si tu vida está vacía... ¿acaso la culpa fue mía?
Me da igual si tu objetivo es intentar dejarme inerte, porque soy fuerte, y alzaré siempre la cabeza y miraré hacia el frente. 
Y no sabes lo bien que sienta saber que te critican e intentan hundirte y no pueden hacer nada contra ti, nada verdadero, nada que te afecte, nada que te hunda, nada que deje cicatrices en tu piel, nada que no puedas olvidar.
Porque no me importáis lo más mínimo, ni vosotros y mucho menos vuestra estúpida opinión que se consumen entre las llamas. 





"El truco está en creer en ti."






viernes, 13 de septiembre de 2013

"Espejos que saben todos mis secretos."

Adiós,  letras que se graban en mi alma a fuego intenso, y me queman cada parte de la piel. Ese adiós que me pilló por sorpresa, como un cristal que se rompe estalló mi corazón. 
Aún me atormenta, en sueños, esa palabra pronunciada de tus dulces labios, aquellos que recorrieron mi cuerpo una vez.
Arde, quema, escuece cada centímetro de mi ser.  En mi cabeza resuena tu voz, pronunciando una fría despedida.
¿Por qué te vas? ¿Por qué me dejas? ¿Por qué me abandonas en este páramo tan solitario?
Te echo de menos, y mis palabras no bastarán para que notes la intensidad con la que lo hago.
Siento que me pierdo, que hace tiempo que dejé de ser yo. ¡Y todo por tu culpa! ¡Tú eres el culpable de mi desgracia, de mis desdichas,  de mis noches en velas y mis días sin vivir! Que fuiste tú quién me soltó, quien me obligo a volar, quien me hizo soportar toda esta tempestad. 
¡Déjame, olvídame, vete y no vuelvas, que no quiero saber nada de ti!
Nada de ti:
Nada de tu olor, que me embriagaba a cada minuto.
Nada de tu risa, tan contagiosa, tan agradable, tan irresistible.
Nada de tus seguros brazos,  de los que fui presa una y otra vez.
Nada de tu sonrisa, que, un día, fue la estrella que guió mi sendero.
Nada de tus intensos ojos azules, como el mar, en los que tantas veces me ahogué.
Nada de tu espalda, la que tantas veces recorrí dibujando un corazón con las yemas de mis dedos.
Ni de tu forma de caminar, ni de tu voz, ni de tus te quieros, ni de tus abrazos y mucho menos de tus besos.
No quiero saber nada de ti, y mucho menos de mí.
No quiero volver a verme acariciando tu cuello, paseando de la mano contigo, diciéndote lo que siento.
No quiero  tener que volver a apagar la luz porque deteste verme llorar.
No quiero seguir hablándole a mi almohada de ti, cada noche desde que te fuiste.
No quiero verme como una cría indefensa, y no quiero sentir que te echo de menos.
Pero no puedo, me quemo.
Tu ausencia delata mis ganas de tenerte cerca.  Tediosas me resultan mis ganas de besarte, y  de oír un todo está bien con esa voz quebrada.
Días añoro despertar con tus canciones susurradas a mi oído.
Noches extraño dormirme abrazada a ti, bajo un manto de estrellas.
¿Qué has hecho de mí? ¿En qué clase de ser inerte me has convertido?
Y ruego a un Dios en el que no creo que me ayude a olvidarte, que queme todos nuestros recuerdos, que aleje tu fantasma de mi vida, pero es en vano.
No puedo decidir, por obra de arte, alejarte. Porque te niegas, te niegas a dejar de mover tu maldita mano por encima de tu tumba. ¡Eres incapaz de estarte quieto!



Te odio, te odio, te odio, TE ODIO, TE ODIO -digo frente al espejo cada vez en tono más alto.
Pero es imposible odiar cuando se ama, es imposible detestar cuando sabes que se quiere, es imposible olvidar cuando sabes que lo sientes.
Tú eres el imposible,  déjame rectificar mi equívoco y decir que los imposibles somos nosotros, que no estamos hechos el uno para el otro.
Por ti me tragaría el orgullo junto a los chupitos de tequila. Pero me niego al saber que no quieres nada de mí, ni siquiera los buenos días.
“Hazte entrar en razón, abre los ojos y date cuenta que quien de verdad te quiere permanecerá a tu lado siempre” intento convencerme mientras mi mente viaja a lugares lejanos.


Y poco a poco, cierro los ojos y me consumo como tu último cigarro. 

                                                                                        "No encontré la razón, ¿por qué?" 

Y es que dicen que el primer amor nunca se olvida. 


La magia de leer entre líneas.
                                                                                                                                        Te quiero.  

domingo, 1 de septiembre de 2013

Septiembre con "S" de Saudade.

                                                                                             Écija, 1 de Septiembre de 2013.



Querido Septiembre:
Hoy amanecí entre sabores pasados, entre olores nostálgicos y con una frase en los labios “Welcome to September.”
¿Y sabes qué? Ni aunque quisieras llegarías a imaginar cuánto te he echado de menos.
Eres una urna de recuerdos.
Eres una cápsula del tiempo.
Eres mi principio de año.
Eres fuego y eres mar.
Eres calma y tempestad.
Eres todo lo que yo deseo.
¿Cómo no quererte si incrementaste mis ganas de ser fuerte?
Acabas de llegar, y ya siento que estás destrozando la monotonía, acabando con el verano, dejándolo en la lejanía.
Con decisión me paro a tus puertas,  y el corazón me da un vuelvo propio de estas fechas y siento que pierdo la razón.
El sabor a hiel abandona mis labios, y los cabos de van desatando.
La palabra control pierde su significado y las instrucciones se han quemado, las fuerzas me abandonan y me tiemblan las piernas.
Y mis ojos se acostumbran poco a poco a tu luz, y los detalles se van resaltando.  Por la izquierda un amargo olor a cerveza, por la derecha un embriagante aroma a algodón del más dulce sabor, al frente las luces de tus fiestas brillan con más intensidad que antaño.
A tu alrededor la gente ríe, a tu alrededor la gente salta, a tu alrededor la gente pierde y gana, y yo camino sin ton ni son agarrada a tu mano.
Voy alternando pasos entre baldosas que se caen y escalones que se elevan al cielo. Eres como una montaña rusa de emociones.
Y siento que me pierdo y que me encuentro una vez más.
¡Y es que es tan grande tu influencia en mí!
Llega una nueva época, y mi única alternativa es seguir tu rumbo, soy incapaz de huir de ti.
Y presta atención:
Resuenan en el edificio los primeros pasos del curso, tan recordados, tan olvidados, tan conocidos y tan extraños.
La añoranza que me aportas va ejerciendo poder en mi cuerpo, me abandono a ella y con recelo alzo la cabeza, y observo el camino.
Y nuevamente,  como cada Septiembre desde hace tanto tiempo atrás,  me formulo la misma pregunta.
¿Estás preparada? Sí, lo estoy –responde una voz en mi mente.
Y como si hubiese vuelvo a mis primeros años de vida, mis pies torpes intentan avanzar, y dan un paso, y otro más, y otro que parece que nunca acaba, y cuando me he dado cuenta, estoy presenciando la quimera.
(…)
Una última duda.
Una última nota de un piano.
Un último sorbo a mi licor de manzana.
Un último acorde de una guitarra rasgada.
Una última palabra escrita en tono azabache.
Una última caricia a las páginas de un conocido libro.
Y poco a poco tomaré aire, y como si se me fuera el alma en ello gritaré:
BIENVENIDO SEPTIEMBRE.



Pasen y vean la función.



  Tú, que has vuelto una vez más. 
Yo, que me aventuro a seguirte. 
Y Nosotros, que seremos felices.. 








jueves, 22 de agosto de 2013

Palabras, quizá sentimientos, y un leve sabor a hiel.

Te quiero.  ¿Qué mejor manera para empezar un post de amor que estas dos hermosas palabras?
Esas dos palabras que significan tanto para unos, y tan poco para otros, que las dicen como si de los buenos días se tratasen, ¿acaso también lo hacen por educación y no porque realmente lo sientan?
Una vez, alguien me dijo que el mundo estaba lleno de estúpidos, que el ser humano era la peor máquina, que era capaz de destruir todo a su paso, desde pequeñas construcciones, hasta vidas de personas, pasando por teñir sus corazones de un negro ébano y después romperlos en pedacitos.
Que nuestras ansias de poder no conocían límites, y que solo los que no se atreven a vivir se rinden y dejan de luchar por sus propósitos. Que por carecer de la valentía para seguir el cauce de la vida, y enfrentarse a todos y cada uno de los obstáculos, se nos  puede tachar de cobardes.
Fuerza de voluntad, egoísmo, creer en nosotros mismos, inteligencia, una pizca de suerte, ¿qué más se necesita para conseguir nuestras metas?
¿Pero de qué estoy hablando ahora? ¿En qué punto me he perdido y me he ido por las ramas a un mundo lejano? ¿Es esto real o algo más metafórico? ¿Acaso en mis textos se puede leer entre líneas un sentimiento tan gris como el cielo de mi ciudad en estos instantes? ¿Es eso realmente?
Dicen que los niños pequeños hacen una media de 400 preguntas diarias, ¿puedo considerarme yo, entonces, una cría al auto-interrogarme de esta forma diariamente? No lo sé, ya siento que no sé nada, el no saber nada me hace no sentir.
¿Qué que siento, me preguntas? ¿Crees que yo lo sé? Si lo único que pienso y siento es el no sentir. ¿Se hacen acaso pesadas mis palabras y la forma de describir lo que estoy pensando? ¿Es quizá más que absurdo todo esto? ¿Por qué sigues leyendo?
¿Sabéis acaso qué es eso de que la intensidad ha dejado de tener un papel protagonista en tu vida?
Que la música no resuena en mi alma como antaño.
Que los libros no me hacen llorar.
Que una película triste no hace que el corazón se me entumezca.
Que los nervios al ver algo importante han dejado de existir.
No me culpéis a mí, las culpas a nuestra querida amiga Intensidad, que ha abandonado cada lugar que compartimos, y ha tenido la amabilidad de darle la bienvenida a nuestra recordada Añoranza.
Quizá también yo añoraba la sensación de nostalgia. Pero ahora la detesto, no me gusta en estos momentos. Que de cara al público puedo parecer feliz, que mi vida es perfecta y no tengo nada de lo que quejarme, ¿pero no ves que siempre lo estoy haciendo? Que me quejo, que me quejo, y me quejo una vez más, y una última vez, que siempre es la penúltima.
 ¿Acaso sabes los motivos que me llevan a ello?
 ¿Acaso tú sabes con total seguridad que mi vida no es del color del alquitrán o es la más maravillosa del mundo?
 ¿Qué sabes tú para hablar?
 ¿Qué sabes tú para predicar mentiras sobre mí?
 ¿Qué sabes tú para etiquetarlo todo como si de productos de supermercado se tratasen?
Dime una respuesta, o te la doy yo:  Nada, no sabes nada, como yo tampoco sé nada de lo que está pasando por mi camino en estos instantes. Como tampoco yo sé nada de lo que estoy diciendo.
Como tampoco sé nada del que no conozco, del que mi vista no alcanza a ver su alma. ¿Qué piensas sobre eso? ¿Cómo vas a conocer a alguien sin ser capaz de ver su alma, de leer su mente? El ser humano está condenado a confiar en otros como él, por eso nos hacen daño, por eso somos vulnerables, porque para saber dependemos de lo que otros nos cuentan.
¿Habéis llegado a pensar en lo que significan la expresión “confía en mí”? Esa expresión que tanto vemos en las películas, que tanto leemos en los libros, que tantas personas nos dicen.
Confianza, confianza, puedo decir mientras paseo de lado a lado en mi habitación.
Siempre creí que es cierto eso que dicen de que nunca conoces a alguien totalmente,  y para creer que la conoces tienes que depositar toda tu confianza en él, creer lo que te dice que piensa, aceptarlo como verdadero. ¿Cómo puedes saber que es cierto?  Parece que el ser humano no le da tanta importancia a esto, porque, ¿cuántas veces traicionan nuestra confianza personas qué creíamos conocer? ¿Somos culpables de ello? ¿Acaso fue nuestra culpa el confiar en quién no debías? ¿Cuántas veces nos quejamos por esta razón?
¿Os percatáis de lo que crecemos como personas con el daño psicológico? ¿Lo que crecemos con los golpes de la vida? Está en nuestra naturaleza el errar y aprender de los errores.
¿Os planteáis vosotros también las mismas preguntas que me planteo yo?
¿Dónde está la línea que separa, en mis preguntas, lo simple de lo complejo?
¿Cómo podemos saber si detrás de una mentira no se oculta una verdad?
 ¿Cómo podemos saber si las palabras disfrazan otros significados?
¿Por qué no terminar por dónde hemos empezado?
Diciendo que quiero a la vida, es más, que amo la vida.
¿Puedo gritarlo? ¿Puedo gritar que adoro esta oportunidad que me fue concedida para vivir y ser feliz?
Por eso soy feliz, porque siento que no la estoy malgastando, que los pocos años de vida que llevo vividos están, y no me arrepiento de nada, leed bien, de nada de lo que haya podido ocurrir.
¿Pero qué va a contaros a vosotros una adolescente de 16 años que hoy ha decidido no soltar coherencia alguna?
Hoy decidí soltar lo primero que surgiera en mi mente al papel, y por nada del mundo borrar lo escrito, ¿llevaba tiempo queriendo hacer esto, no?
¿Por qué si tantas veces lo hago nunca soy capaz de subirlo a la red? Para que me leáis, para que haya posibilidades de identificación.
Y me voy.

Me atrevo a irme dejando aquí mis palabras banales, mis tercos sentimientos  y el sabor a hiel de mis labios acompañados de esta quisicosa que recorre mi interior. 
  "La existencia es anterior a la esencia."
 




                                                                                     
                                                                                                                                                           
                                                                                    "Dentro de ti, hay mucho más de lo que tú conoces."  




¡A eso se le llama aclaraciones a píe de página!
Bueno, a los que os habéis molestado en leer hasta aquí quería deciros unas cosillas. 
Si leíste alguna entrada anterior, habráss notado que esto es algo diferente, que le faltan enlazar ideas y demás, pero quería explicar como ha surgido esto que acabo de escribir. 
Me quedé sin internet antes y me entraron ganas de escribir, pero no eligiendo un tema como suelo hacer, si no simplemente soltando cosas que cruzaban mi mente en ese momento a el papel, os aseguro que si hubiese pasado un dragón de los colores del arcoiris por mi mente también le habría hecho mención, pero no ha sido el caso *risas*
Si esto que he escrito no os convence lo comprendo, porque no me convence ni a mí, pero digamos, que, realmente, en más ocasiones están reflejados mis sentimientos aquí que en otros textos, que hacer inca píe en que siempre hay algo sobre mí en esos textos.
Y bueno, después de este comentario, os dejo. 
Seguid disfrutando del verano. <3
AH, algo importante, gracias por leerme. *lanza un beso*
                                                     






martes, 30 de julio de 2013

"Y este es mi momento."

Dicen que hay momentos en los que necesitas perderte entre pensamientos, usar tu mente como método de transporte a sitios lejanos, donde el tiempo parece eterno.
Dicen que todo esto tiene una finalidad, y que viajar es la mejor manera de reflexionar y poner las cosas en su lugar.
Dicen que podemos volar por la nubes, sin necesidad de alas, porque aprendemos a flotar. Que no existen aviones, ni coches, ni barcos, ni cohetes que puedan llevarnos tan lejos.
Y dicen que cuando volvemos a poner los pies sobre la tierra ya hemos tomado una decisión, pues en ese punto estoy yo.
Me hallo en una desierta estación de las decisiones, como decidí bautizarla tanto tiempo atrás, no hay gente, no está esa multitud, no se oyen pasos ni maletas arrastrando, no se escuchan risas de parejas encontrándose o de familias estrechándose en un deseado abrazo. No se escucha nada, nada más allá de un corazón desenfrenado, nada más allá de mi.
Me armé de valor y compré un billete de ida a un lugar cuyo nombre no puedo recordar, un lugar donde el viento soplará a mi favor, donde el aire olerá a rosas y transportará mi risa hasta los confines de la tierra.
Un lugar mágico donde alguien me da la completa felicidad.
Un lugar con sus días y sus noches, un lugar con sus soles y sus lunas, un lugar con sus olas y su arena, un lugar con sus plantas y su fuego, un lugar sólo para ti, un lugar sólo para mi.
¡Y lo haré! Me lanzaré a la aventura, sin saber las consecuencias, sin tener clara mi meta.
Sin tener miedo al dolor, porque no vale la pena perder una satisfacción actual por un futuro mejor.
Porque hoy sé que lo que importa es el presente, que lo pasado pisado y lo siguiente está por venir.
Hoy sé que las lagrimas son necesarias.
Hoy sé que los besos se valoran si son deseados. 
Hoy sé que lo de menos es el dolor soportado o a soportar. 
Hoy sé que si me lo propongo puedo volar bien lejos. 
TIK TAK TIK TAK TIK TAK. 
Que llega, que se va, que lo pierdo y no vuelvo a ir jamás...
Que mi hora está próxima,  que el viento susurra ya mi nombre y mis músculos comienzan a engarrotarse, que mi ritmo cardíaco resuena en el siguiente andén y mis nervios suben al cielo.
Que quiero correr hasta el tren, colarme lejos sin importar el retorno, que no hay más ciego que el que no quiere ver y yo ya me quité la venda de los ojos.
Y que avanzo, poco a poco hasta sus puertas.
Y que voy:
A tirarme a la piscina, por ti.
A no importarme nada, por ti.
A ser feliz, gracias a ti que completas mi felicidad.
Hoy sé que nadaré y me cruzaré el lago por ti, y si hace falta me ahogaré cuántas veces sea necesario para aprender.
A aprender a sentir, por ti.
Y que es de locos comenzar algo cuando ya sabes que estás errando.
Pero soy yo, simplemente yo.
Y tarde es porque ya tomé mi decisión.

                             




                                                                                                            I can´t  can make you happy. 

viernes, 5 de julio de 2013

"Come with me."

Tik, tak, tik, tak...
Tiempo...realmente, ¿cuánto tiempo hace que huiste?
Te echo de menos, con tal fuerza que no soy capaz de encontrar las palabras adecuadas para expresarlo, con tal intensidad que no llegarías ni a imaginarlo.
Sabes de sobra que siempre me gustó soltar las palabras al viento, por si algún día te dignas a leerlas y tu mente capta la esencia, pero, ¿cómo vas a leerme tú?
Tú, que me has abandonado al filo del abismo.
Tú, que me soltaste la mano para dejarme caminar sola.
A ti, que no te importa cuan desolada me encuentre porque hace tiempo que no vienes a rescatarme.
¿No te has cansado de oír mis lamentos?
¿No te resultan ya tediosas mis ganas de tenerte entre mis brazos? ¿Abrazándote hasta el fin de los tiempos?
¿No estás hasta la coronilla de mis súplicas y mis ruegos?
Pero hoy , hoy sé que para ti nada será lo suficientemente bueno.
que no volverás a ser mi abrigo en las noches de frío, y menos porque la tonta de turno te lo diga entre sollozos.
Inestabilidad, dudas, inseguridad, y una larga fila de cosas que llegan cuando tú te vas, dejándome en una habitación sin puertas ni ventanas.
En esta habitación en la que me consumo día tras día, por culpa de tu ausencia.
¿De qué vale el olor a incienso y el sabor a menta-poleo si no tengo con quién compartirlo?
¿De qué vale que mi tiempo se escape entre mis dedos aguardando la llegada de cosas que no volverán?
Y dime tú si todo esto es justo:
¿Acaso este era tu objetivo? ¿Qué llegara el punto muerto en el que no sé estar sin ti? ¿En el que te anhelo días y noches?
¿Acaso querías verme así? ¿Perdida, hundida, sin una cuerda a la que sujetarme? ¿Sin nada como apoyo?
¿Es todo esto lo que esperabas que sucediera?
¿Y qué será de todas esas madrugadas?
¿Que será de las veces que hicimos el amor como dos locas sin nada que perder? ¿Como dos locas sin destino fijo?
Sin prejuicios, sin límites, sin reglas...
Ven a mi como todas aquellas veces en la que la Luna nos bañaba con su luz.
Todas esas veces en las que nos perdíamos uniéndonos bajo un manto de estrellas.
Que no hay mejor manto que nos arrope que el de los astros, y más si estoy bebiendo de ti.
Te necesito, no puedo vivir sin ti, tu ausencia me quema, y el hecho de perderte no me deja dormir.
Si te marchas siento que una parte de mi se va volando, que me abandona sin importar nada.
Te quiero.
Puedo decirlo más alto pero no más claro.
¿Hace falta que lo grite?
Si me dices que sí, me subiré a la colina más alta, aquella desde la que todo el mundo oye lo que se pronuncia, sólo dime sí.
Y lo haré:
Gritaré hasta dejarme la voz.
Gritaré tu nombre.
Gritaré tu ausencia.
Gritaré las ganas de perderme entre tus sábanas.
Gritaré para que todo el mundo sepa la fuerza de mi amor.
Gritaré para que quede claro que eres la dueña de mi destino.
Lo haré para que se quede grabado a fuego que estoy enamorada de ti.
Y suspiraré, y cogeré aire, y soltaré un estruendoso:
Ven conmigo, Inspiración.

   

                                          "Tú que guías mi sendero."

martes, 18 de junio de 2013

"Eres todo lo que tengo."

Tú que guías mi sendero.
Tú, que llegaste a mi vida iluminando mis días.
Tú, que tantas veces me has cedico tu mano.
Tú, que me has quitado todo el polvo de encima.
Tú, que eres mi ángel de la guarda.
Tú, que me has servido de refugio infinidad de veces. Tú, que me has abrazado cuando todo iba mal.
Tú, que estás ahí lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Tú, que das sentido a mi existencia.
Tú, que me haces recobrar la inspiración cuando la creo perdida.
Tú, que tantas lagrimas has aguantado.
Tú y tu melodía que resuena en mi mente.
Tú, que permaneces joven por el resto de los tiempos. Tú, que llamas mi atención.
Tú, tan libre y a la vez tan mía.
Tú, que expantas el silencio de las noches oscuras.
Tú, acompañando tristezas y alegrias.
Tú, que guardas cada uno de mis sueños.
Tú, que me protejes de los miles de monstruos.
Tú, que cotagias tu esencia.
Tú, que me salvas.
Tú, que me esperas al llegar a casa.
Tú, que te grabas a fuego en el alma.
Tú, que haces que me encuentre.
Tú, que eres digna de reyes.
Tú, que pareces creada por los mismos Dioses.
Tú, que pones compás a cada momento de mi vida.
Tú, que conoces mis sentimientos mejor que yo misma. Tú, tan imprevisible.
Tú, omnisiente.
Tú, omnipresente.
Tú, que eres mejor que cualquier droga, mejor que el olor de las rosas, mejor que un cielo estrellado en un domingo de verano.
Tú, que me haces recobrar la fuerza cuando la creo perdida.
Tú, que me das los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches.
Tú, que me das el valor para hacer las cosas que creo imposible.
Tú, que regeneras mi ser todos los días.
Tú, que invitas a soñar a todo aquel que está dispuesto a escucharte.
Tú, que me haces creer en las hadas, los duendes y en la magia.
Tú, que embriagas mi ser.
Tú, que acompañas cada uno de los trazos de mi boli de cristal.
Tú, tan original, tan inigualable, tan auténtica.
Tú, que eres ese hombro que nunca desaparece.
Tú, que te rebelas ante las injusticias.
Tú, imposible de retener cuando intentas irte.
Tú, que cruzaste cielo, tierra y mar para encontrar a tu princesa.
Tú, que eres mejor que cualquier medicina.
Tú, tan diferente.
Tú, que no entiendes de reglas, de patrones o de límites.
Tú, que siempre consigues lo que te propones.
Tú, que eres mi ejemplo a seguir.
Tú, que me haces tomar las mejores decisiones.
Tú, que apaciguas el dolor de espalda por esta carga tan pesada.
Tú, que me haces amarte.
Tú, que siempre me eres sincera.
Yo, que me siento perdida sin ti, sin el melódico sonido de tu risa.
Sin tu aullido que rasga las más solitarias de las noches.
A ti, que no hace falta entenderte para sentirte en cada poro de la piel.
Tú, que eres mi gran amiga.
Tú, que eres la que tiene la llave de mi alma.
Tú, que creas huracanes en mi vida.
Tú, que no te rindes.
Yo, que no conozco existencia más allá de tus brazos. Tú, mi salvadora, mi consejera.
Tú, sonnífero.
Tú, extasis.
Tú, mi calmante.
Eres tú, música.

                   
                      Latidos al compás de una melodía sin fin.

domingo, 26 de mayo de 2013

Un juego de dos.

Los rayos del sol mecen hoy mi piel.
Una mirada clave fulminando tu ser, calándote hasta las entrañas.
Un leve contacto de manos que se siente como un chispazo.
Tú que te acercas y me susurras cosas que me hacen enrojecer, sintiendo como se eriza mi piel, y tu aliento que me hace entremecer al contacto con mi oído.
Tus labios que se deslizan delicadamente por mi cuello, agitando mi respiración.
Una caricia que baja más allá del ombligo acelerando mi pulso. 
Tus manos aferrándome y llevándome hacia a ti, me siento flotar.
Tus labios que buscan los mios en la oscuridad de esta habitación. Y que logran encontrarles y me hacen beber de ti, con una ternura propia de los ángeles.
Y derepente, como si un diablo se apoderada de tu ser, como si un huracán se hubiese hecho con el control de tu alma, me aprisionas contra la cama.
Me haces pegarme a ti, acariciando todo tu cuerpo.
Haces que el mercurio suba hasta el cielo. 
Y con un apetito digno de bestias, te abalanzas sobre mi, pidiendo más.
La ropa cae al suelo y mis colores rozan el techo.
Me besas apasionadamente, mordiendo levemente mi labio, y me haces sentir, perdiendote besando mi espalda, bajando a los propios Dioses del cielo.
Me apartas el pelo y me fulminas con una mirada, mientras vas bajando con tu lengua por mi vientre.
Me haces gemir, olvidando toda sutileza, dejando cada prejuicio atrás, rompiendo cada regla.
Y finalmente nuestros cuerpos se unen en un lazo eterno, dónde toda timidez queda atrás.
Un último grito ahogado en la soledad de la noche. 
  

                                                                Pasión.

lunes, 20 de mayo de 2013

Live your life.

A día de hoy, no sé realmente quién es el culpable, ¿tú? ¿yo? ¿o quizá lo somos los dos?
No sé si eres tú el que se está alejando o soy yo la que cree conveniente hacerlo.
Creo, que cuando llega una persona a tu vida creando huracanes, originando terremotos allá donde pisa, y haciendo que rayos rompan tus esquemas es díficil dejarla ir, apartarla de ti.
Pero dicen que después de la tormenta llega la calma y puede que mañana, cuando el primer rayo entre tímidamente por mi ventana, el cielo esté despejado, el mar en calma y tú y yo distanciados.
No sé que es, no sé si quiero saberlo, quizá sé trata de esa batalla que un ángel y un demonio han comenzado sobre mis hombros, haciéndome llevar una carga tan pesada.
Alguien susurra: "Quédate"
Alguien grita: "¡Vete!"
Y yo me pierdo, me pierdo entre voces internas que me hacen girar en una espiral, sin saber elegir la puerta correcta.
Quizá es hora de irme, de dejarte al fin vivir tu vida, pero no puedo.
Eres como el polo opuesto de un imán, me atraes.
Hay algo en ti que me hipnotiza, que me hace beber de tus labios y ser presa de tus brazos.
Quizá es esa mirada tuya que, a veces, siento que me observa en la oscuridad de la noche.
Quizá son esas veces que me giro y te veo esbozando una sonrisa, dedicada a mi.
Quizá es tu risa, tu olor.
O quizá es que a mi vida aún no ha llegado una persona con la que establecer un nuevo lazo, y por eso me siento atada a ti.
Pese a todo sé, que sólo hace falta un chasquido para teletransportarme, que es fácil desaparecer de tu vida, basta un corte, un sencillo y limpio corte para que se cumpla nuestra sentencia de muerte, para que al fin puedas seguir tu camino.
Pero, cuando estoy preparada, empuñando unas tijeras argentadas que llevan escrito a fuego la palabra "FIN", llegas tú y me suplicas que no lo haga, que por nada del mundo quieres ser un recuerdo muerto.
Y de nuevo, como delicadas hojas caídas de un cerezo, llegan flotando desde el horizonte mis amigas las dudas, y me rodean, me aprisionan, logran ponerme contra la espada y la pared, atarme la soga al cuello.
¡Haces que enloqueza! Tú y tu simpleza, tu simpleza y tu que un día lograrán volverme loca.
Haces que me cuestione tantas cosas...
Un día llegas con ganas de mi, y yo con ganas de ti y sucumbimos al deseo, ¡cómo tantas veces hemos caído!
Pero bien sabe mi alma que, mañana cuando despierte todo volverá a la normalidad, tú y yo, yo y tú, volveremos a ser dos simples amigos, dos corazones alocados que ya no laten al unísono.
Quizá eso es lo especial.
Quizá eso es lo que me atrae.
¿Eres tú? ¿Es la situación?
Quizá me siento presa porque mañana serás tú, sólo tú, y seré yo, sólo yo, pero no importan cuantas cosas hayan sucedido el día anterior, en el siguiente amanecer el nosotros desaparecerá del aire.

         
                   La fragancia que se llevó todos los porqués.

sábado, 11 de mayo de 2013

Seize the day.

Dicen, que en determinados momentos, llega alguien a nuestra vida creando vendavales, arrasando con todo como si de un huracán se tratase, rompiendo esquemas con la fuerza de un rayo...
Dicen, que las palabras marcan la existencia y nos hacen cambiar de parecer. Despliegan tal red sobre nosotros que desde el momento que rozan nuestra piel no hay marcha atrás...
Hoy, entre suspiro y suspiro me dispongo a contaros como un día se grabaron a fuego letras escarlatas en mi alma:
Alguien me dijo una vez, entre palabras cuyo remitente no era mi nombre pero de las que yo me sentía tan cercana que luchase por mis sueños, que antes de conseguir cualquier beneficio hay que proponérselo, que la mayoría de las cosas no llegan por golpe de suerte...
Un día, una brisa con nombre y apellido, cargada de una fragancia sabor esperanzada me dijo que me esforzara, que aunque en el presente no se notaran los frutos, el futuro vendría ahogado en una marea de oportunidades.
Y un día la sentí tan distance.
[...]
Un día, dejé que las hojas del calendario pasaran sin más, dejé que cayeran, desnundando mi vida, al igual que los árboles quedan vacíos en otoño, sin que nadie les prestará la mayor importancia. Pero esa brisa regresó, activando todos mis sentidos, y las vi, vi esas hojas cayendo al vacío, lenta e inexorablemente.
De fondo un continuo tic tac, un reloj que marca el tiempo que se escapa de mis manos...y fui consciente de que esos dias no regresarían, que cientos de horas se habían perdido entre agua salada...
Y como si de un mal sueño se tratase, desperté, y sentí como si de algún lugar unos ojos miel penetraran mi mirada, y me perdí, y me sentí caer...caer hasta volver a tierra firme, un camino largo y fugaz con cientos de obstáculos que yo debería seguir hasta el fin, con la cabeza bien alta.
[...]
Ambiciones, aspiraciones, ilusiones, sueños, risas, experiencias, vivencias, cosas que no volvería a dejar aparcadas, jamás.
Y hoy es lo que quiero trasmitirte, por si algún día mis palabras resuenan en tu cabeza, por si algún día vuelves a oír el eco de mi voz en tu mente...
No dejes atrás tus sueños, lucha hasta dejarte la piel por lo que realmente quieras porque sino lo haces llegará un momento en el que te arrepientas, te arrepentirás de haber hundido tus ilusiones en un pozo sin fondo.
Todo el mundo tiene metas, metas que dan sentido a la vida, que le dan emoción y que responden a ese por qué seguir.
Así que, dime, ¿merece la pena dejar atrás esa sensación llameante en el alma que se produce cuando alcanzas un objetivo?
Ríe, salta, llora, canta hasta dejarte la voz en cada canción, olvida, recuerda, dale una hostia a las críticas, escupe a todo lo malo, a lo que te atormenta, fíjate en los pequeños detalles, quiere, ama con toda tu alma esta maravillosa oportunidad que se nos brinda, disfruta: vive.