jueves, 2 de mayo de 2013

Saudade.

Y si sientes que le extrañas, y aún estando a metros de ti le sientes a millas. Si la ignorancia se convierte en el primer plato, si el cariño pasa a ser el postre. Y todas tus dudas no logran disiparse. Si los besos pasan a ser actores secundarios y las caricias dejaron de ser protagonistas. Si te dice que eres un mundo aparte y tú no sabes como tomarle. Si ahora existe un él y un tú pero el nosotros desapareció del aire. El aire que llevaba su esencia, el oxígeno que te faltaba cuando tu corazón se aceleraba. Y dime tú, ¿qué es lo que quieres, si cuando lo tienes no lo necesitas y si lo pierdes lo anhelas? ¿Y que será de mi vida cuándo la primera lágrima caiga por tu causa? ¿Y qué será de ti? ¿Y qué será de los nervios? Y es que yo quiero que vengas, me beses como nunca, acaricies cada parte de mi cuerpo, y qué mañana esté olvidado, pero condeceme un último deseo.
Y sé de sobra que algún día volverás, y buscaras mi amor carnal, y yo buscaré el tuyo. Y nuestros labios se buscarán en la oscuridad de la noche, y se encontrarán, se rozaran con suavidad y mis ojos te suplicaran más, ¿y qué será de nosotros cuando el último gemido azore nuestra vida? ¿Qué quedará después de todo? ¿Después del adiós en el último cruce? ¿Odio, amistad, amor, tediosidad, mediocridad? Y dame seguridad, dime que siempre estarás aquí cuando me fallen las piernas, cuando no sepa sostenerme en este camino al que llaman vida, esta vida que da más vueltas que una puta noria.
Por mucho que pase el tiempo
seguiré escribiendo estos versos.
Versos que marcan mi vida
que me ayudan a encontrar la salida.
Y dime, ¿qué será de todo lo vivido
cuando el sol se esconda por última vez?
¿Qué será de nosotros cuando el sol salga y no ilumine nuestras caras, juntos?
Dame una razón para seguir, y dime si esto es diversión, si todo sigue siendo un juego o si hemos terminado la partida.
Hoy por una vez quiero las instrucciones en bandeja de plata, no me digas lo que quiero oír sino lo que sientes caminando por esta calle larga pero corta.
Y cuando la luna llena salga, y la luz ilumine mi ventana, daré una calada de recuerdos a la última carta que me escribiste, última como esta lágrima que hoy cae por mi mejilla.
Y me levantaré, romperé nuevamente este folio y lo echaré en una cápsula del tiempo, bautizada con las esperanzas rotas.
Hoy no hay sentimientos muertos en este corazón roto, se ha reconstruido, bordado con hilo de alambre and today, today, nobody breaks my heart.

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