lunes, 14 de abril de 2014

Ella.

Ella era de esas chicas que parecen muñecas de cristal. Esas que parecen que en cualquier momento van a hacer "plas" y se romperán en mil pedazos. Eran de esas que las mataba callando y que pisaban fuerte por las calles de Madrid. 
Era la que disfrazaba las penas con whisky del barato, y ahogaba las ganas de él en cigarros de contrabando. 
Era de las que se iban de fiesta y destrozaba los tacones en la barra de cualquier bar. 
Ella, que vivía en un laberinto infinito y se perdía cada vez que se encontraba. 
Era de las que parecían de otro planeta, porque nadie la entendía y todos se hipnotizaban con su fragancia.
Era de las que le gustaba mirar el mundo por encima de sus plataformas de mercadillo, que en sus pies se hacía el más caro louboutin.
Ella era la del baile de máscaras, la de medias sonrisas. Era la chica del piso número 4.


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