Esta noche
quiero hablar de musas,
de mis putas dudas
y de tus reproches.
El nuevo año
solo es una escusa
para querer cambiar tu vida,
cayendo después en la cuenta
de que por mucho que lo intentes,
te darás de bruces con la palabra monotonía.
Se te esfumará la puta alegría.
Enero ha entrado pisando fuerte,
destruyendo los castillos,
y abriéndole los pestillos
a mis putos demonios.
No es el odio el culpable,
son los ojos que me miran
desde debajo de la cama
y con cuidado me susurran
que lo haga, que te atormente.
He enfundado 500 dagas,
una por cada noche
que me queda para olvidarte.
Mientras, toca clavarme
tus pestañas por debajo de las uñas.
Tu recuerdo pesa
más que cualquier piedra.
Es un peso muerto
que más que recuerdo
parece el peor de los presentes.
Te has convertido en el protagonista de mis dolencias matutinas,
de mis insomnios nocturnos,
de los monstruos que llaman a la puerta.
No sé hasta que punto mi mente es capaz de perderse cuando la tinta toca el papel. Nunca he tenido las cosas demasiado claras y siempre he sabido que camino tomar. Paradojas. Vida plagada de sin sentidos y un fuerte desvarío mental. Si lees entre mis líneas comprenderás que la forma más fácil de llegarme al corazón es atravesarme el pecho con una daga de plata. Att: Un alma plagada de sueños. "Nulla dies sine linea."
sábado, 24 de enero de 2015
Esta noche quiero hablar de musas...
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