viernes, 29 de agosto de 2014

Cuando...

Que mal se me han dado siempre las despedidas,
cuando tú eres el sujeto al que va dedicado mi adiós.

Cuando me hago idea de que sólo es una ida, 
sin regreso, con ascenso y sin caída.

Cuando espero en el andén, 
sin saber si coger un tren 
que me deje cerca de tu herida.

Cuando despedir significa decir hasta algo
sin saber hasta cuando
y quedando tan perdida.

Que mal se me han dado siempre las despedidas,
cuando somos protagonistas 
de una historia mal escrita. 

Cuando el guión está marcado en código morse
y no puedo reproducirlo sobre tus labios. 

Cuando no está claro 
si los puntos son seguidos, suspendidos o a parte.

Que mal me sabe decir adiós, 
cuando miro tus ojos y no sé como tomarte. 
Porque a sorbos cortos, ya no vale.

Y decirte que te echo de menos, es en balde.


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