miércoles, 20 de agosto de 2014

Espejos de un pasado.

Estaban rotos, jodidamente rotos, y caminaban entre los trozos de sus desgastados corazones, entre los cristales. Espejos de un pasado. .
Estaban dispuestos a todo. A cortarse, a herirse, a desangrarse si eso era necesario. 
Se cosieron mutuamente con hilos de ternura.
Mezclaban pasión y dolor, calor y frío, eran sol y luna, calma y tempestad.
Y al final, acabó la noche, llegó el día y los dos supervivientes acabaron latiendo el uno por el otro y ¿cómo no?, se enamoraron. 

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