sábado, 9 de agosto de 2014

Ven, aunque sólo sea esta noche.

Dicen que "dos personas olvidándose sólo están queriéndose de otro modo" y yo me pregunto si será verdad eso de que nosotros nos amamos.
Tú que estás allí, sin mí.
Y yo que estoy aquí, sin ti.
Nosotros que ya no estamos, y ni siquiera sabemos dónde.
Me pregunto si la ausencia será ese redoble que falta para obtener la lejanía de nuestras almas, aún tan enredadas.
Mil preguntas surcan por los recónditos de mi mente, buscándote, extrañándote, echándote de menos y fingiendo hacerlo de más.
Por apostar, me apuesto el corazón, si es que queda algo en este pecho vacío.
Y por soñar, no sueño que vuelves sino que me desvelo queriendo querer abrazarte.
No soltarte.
Quererte.
Que te dejes querer y dejarme amar.
Así, por las buenas y por las malas.
Por el bien y por el mal.
Por ti y por mí.
Ven, aunque sólo sea esta noche.
Y haz de lo que soy: la más sincera poesía, tu guía.



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