sábado, 13 de septiembre de 2014

Dicen que cada vez que nos hacen una herida en el corazón, nuestros ojos cambian la mirada. 
Y es que yo creo que ellos son el reflejo de toda tempestad o calma que hay en nuestro interior, son el puro reflejo para ver que llevamos dentro, que está pasando por nuestra mente o qué nos gustaría que ocurriese en ese preciso momento.
Hay veces y personas que saben descifrar estos signos, y no es algo que sepa hacer todo el mundo. Porque...quien sabe resolver la incógnita de una mirada es capaz de leer hasta el alma.
Cuando te topas con una de estar personas que saben todo sobre ti en cualquier momento...se marca una diferencia y nunca vuelve a ser lo mismo porque... con ese alguien te vas a sentir un poco vulnerable pero, a la vez, vas a saber que nunca nadie podrá conocerte como lo hace él. 
Y esa conexión es algo precioso.
Quizá sólo dura un momento. Un cruce en una esquina, una avenida, un año, un segundo, o una mirada, nunca mejor dicho...
Pero se siente como algo que se cuela en tu mente, acariciando cada uno de nuestro recodos.
Definitivamente, es algo hermoso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario