lunes, 8 de septiembre de 2014

He abandonado la felicidad en mitad de la autopista, y ha sido pisoteada por miles de penas en una noche de una sola estrella fugaz, es decir, yo, que me fui tan pronto como llegué.
El amor se ha evaporado para empañarme de miedos el cristal, y tu nombre aún sigue escrito en el lado derecho del pecho, donde un día decidiste grabarlo a fuego.
Perdóname, nunca quise que esto saliese así.
Pero sé que estarás mejor sin mí. 
Un beso por mejilla, y una despedida en la ventanilla que dice "perdonen las molestias."

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