domingo, 7 de septiembre de 2014

In the end.

Se dijeron hola y adiós, como Sabina, pero su portazo no sonó como un signo de interrogación, porque ni hubo puertas, ni había más preguntas que hacer.
Dos orgamos, uno por mejilla, y la frente alta de dos locas que se morían por comerse la boca.
Cuando sus bocas, sólo recordaban como se pronunciaba la palabra "adiós", mientras que sus ojos intentaban explicar todo lo que el pecho no podía dejar de cantar.
Los labios secos a falta de la saliva correcta, se resquebrajaban en aquella noche inusual de Septiembre, cuando el frío calaba hasta los dientes.
Amor prohibido, se deseaban, se anhelaban, se añoraban, se querían, se amaban, y en parte se odiaban, se detestaban, quería vomitar todo los recuerdos en forma de palabras. 
Pero no, sólo se dijeron "una vez más" y como si fuese la deliciosa manzana del Edén...volvieron a caer.
Una última vez. 


"Ha sido divertido, me equivocaría otra vez."

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