sábado, 20 de septiembre de 2014

Me he traicionado tantas veces a mí misma que ya no quedan ni esperanzas de poder salvarme.
Me he decepcionado en tantas ocasiones que ni mi mente puede recordarme.
He llorado en tan pocas ocasiones que me estoy ahogando por dentro.
He llenado tantos vasos que cada vez estoy más vacía.
He incumplido tan pocas promesas, que me estoy viendo de cara con las consecuencias.
He metido tantas veces el dedo en la llaga que ahora la herida sangra más que nunca. 
He escrito tantas cartas de despedidas que aún siguen en el cajón, sin sello, sin remitente ni destinatario, sin lugar de salida ni recogida. Incumpliendo mis normas de dejar un adiós cuando me voy.
Porque ya van dos, y yo no he sido la primera en irme. 
Y no, tampoco en dormirme. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario