Día 29 sin ti.
He olvidado como es el sonido de tu voz, y no, no me siento mejor.
El olvido me sienta como un guantazo, así, en toda la cara y a mano bien abierta.
Hago énfasis en eso porque ya no tengo a nadie que camine agarrado de mi mano, así como lo hacías tú.
Te sigo diciendo adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario