miércoles, 16 de julio de 2014

Hoy tuve una cita.

Hoy tuve una cita, con un amigo lejano llamado Pasado.
Hoy necesitaba estar sola y deambular por las calles para encontrarme con algo a lo que llaman "recuerdo."
Y lo hice, navegué entre un mar de sensaciones pasadas, olvidadas y revividas tantas veces...

Hoy me he dado cuenta de muchas cosas.
Mientras caminaba he visto tantos momentos en tantos rincones que siento que nunca podré volver a hacer mías esas calles.
He visto besos.
He oído gritos.
He escuchado palabras.
He observado negaciones y afirmaciones.
He deletreado susurros.
Y he notado sueños.
Y caricias.
Y te quieros dichos y a medio decir.

Me he topado con 3 primeros besos.
Y también con 2 despedidas.

Me he topado con ingenuidad y con un cóctel de la más segura inseguridad.

Hoy, mientras caminaba también me he rozado con las letras de su nombre.
Y si te hablo de él es porque no logro entender nada.
No sé cómo he podido olvidar el sonido de su voz. Juro que no logro recordarlo.
Supongo que cuando nos fuimos, en el olvido era en lo que menos pensábamos.

Hoy, no me he sentido para nada sola. Porque he llevado todos los trocitos de momentos en las manos.
Y he estado buscando, debajo de las rocas, la sensibilidad que me llevó a pensar en que el viento me llevaría lejos, tan lejos, que nadie lograría encontrarme.

Supongo, que no estoy siendo muy clara en esta madrugada. Cabe decir que tampoco pretendía serlo.
Pero necesitaba escribir porque hacía mucho tiempo que no tenía una cita. Tan citada, digo.

También me he chocado con todas las razones que me hicieron hacer la maleta, y dejar atrás aquellas medias que tú no supiste romper.
No, realmente no esperaba que lo hicieras, de hecho terminé por romperlas yo.

Sabes, dicen que el mundo es un pañuelo, pero yo no te he vuelto a ver y me pica la curiosidad por saber qué cara pondré al mirarte.
Me pregunto como nos sentará la indiferencia. Porque a mí me han dicho que estás mejor que nunca, así sin mí.
Y no es que no me alegre, es que lo deseaba tanto que al final dejó de importarme.

Esta prosa aburrida siempre termina con tus celos. Y no tengo ganas de volver a hablarte. Pero hoy era día de pasado.
De heridas del pasado, no sé si me explico. Aunque yo fuese el arma letal.

Siguiendo el orden del caos...
También he pisado hoy una carta, con remitente conocidamente desconocido. Y ese personaje me relataba como un agujero negro estaba absorbiendo toda la materia del amor, donde no era chico de sobresaliente.
Que curioso. Que yo hablaba de tormentas y huracanes y también me identificaron con ello.

Y me callo, y os dejo foto de sucesos.

No me tengáis mucho en cuenta, que las madrugadas son para contar todo aquello que esperas que nadie lea a la primera.
Que no, que no es miedo y no hay ningún tipo de doble sentido.
Hoy todo lo que quería decir, lo debería haber dicho en pretérito.

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